Una economía basada en el conocimiento es aquella en la cual el conocimiento es un activo más importante que los bienes de capital y mano de obra donde la cantidad y sofisticación del conocimiento que permea en las actividades económicas y sociales, llega a niveles muy altos. Se afirma que la inversión sostenida en educación y tecnologías de la información conducirá un aumento en el uso y creación del conocimiento en la producción económica.
Se presenta el ejemplo de Corea del Sur la
cual su PIB era 2.5 menor que el de México en 1960, para 2005 su PIB era dos veces superior
al de nuestro país. La causalidad del crecimiento Coreano es un fuerte impulso
a la innovación en la educación y la capacitación, el impulso a la innovación
científica a través de una política intensa de investigación y desarrollo.
Bajo este marco nuestro país deberá promover el
crecimiento económico mediante la aplicación de reformas orientadas a mejorar
las capacidades nacionales para generar conocimiento y transformarlos en
riquezas.
El presente documento presenta la propensión
de las treinta y dos entidades federativas hacia la economía del conocimiento
basada en cuatro pilares que se definirán posteriormente:
1.
La base educativa y de
formación y capacitación nacional.
2.
Infraestructura de acceso a la
información y las telecomunicaciones
3.
El sistema de innovación
4.
Los marcos institucionales de
gobierno y de negocio.
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