La realidad mundial actual se encuentra sujeta a dinámicas y variadas fuerzas que afectan a los países y a los individuos trascendiendo las antiguas fronteras territoriales. Esto significa que vivimos una etapa de incertidumbre en la que debemos replantearnos el qué, cómo, cuándo y para qué. La educación y las universidades no pueden quedar al margen de la constante y vertiginosa transformación, ya que de su rapidez para responder a las nuevas necesidades, dependerá su pertinencia, eficiencia y validez en la nueva realidad. La función social asignada a las instituciones de educación, cualquiera que sea su nivel, se ha ido transformando con el paso del tiempo. Ahora, además de ser un espacio en el cual se adquiere un conocimiento y se forman profesionales capacitados, debe ser la preservadora y formadora de los valores éticos que hasta hace poco eran función prioritaria de la institución familiar. México no puede situarse al margen de la acelerada transformación que a nivel mundial se está presentado en los países desarrollados. Sin embargo, aún nos encontramos tratando de reducir la brecha que nuestro país tiene en relación al avance económico, político, educativo e industrial lo cual nos coloca en una posición de debilidad estructural para emprender la transformación que en una sociedad global es imperativa.
UANE Monclova Dr, Ruben Barragan Paramo Alumno Jesus Ernesto Sosa Martinez --- Proporcionar a jóvenes universitarios, profesionistas y población adulta en general información acerca de la sociedad del conocimiento focalizando su impacto en la economía y educación, con la finalidad de brindar herramientas para un análisis crítico de sus repercusiones a nivel personal y social.
SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
martes, 18 de agosto de 2015
LA EDUCACION EN MEXICO ANTE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
La realidad mundial actual se encuentra sujeta a dinámicas y variadas fuerzas que afectan a los países y a los individuos trascendiendo las antiguas fronteras territoriales. Esto significa que vivimos una etapa de incertidumbre en la que debemos replantearnos el qué, cómo, cuándo y para qué. La educación y las universidades no pueden quedar al margen de la constante y vertiginosa transformación, ya que de su rapidez para responder a las nuevas necesidades, dependerá su pertinencia, eficiencia y validez en la nueva realidad. La función social asignada a las instituciones de educación, cualquiera que sea su nivel, se ha ido transformando con el paso del tiempo. Ahora, además de ser un espacio en el cual se adquiere un conocimiento y se forman profesionales capacitados, debe ser la preservadora y formadora de los valores éticos que hasta hace poco eran función prioritaria de la institución familiar. México no puede situarse al margen de la acelerada transformación que a nivel mundial se está presentado en los países desarrollados. Sin embargo, aún nos encontramos tratando de reducir la brecha que nuestro país tiene en relación al avance económico, político, educativo e industrial lo cual nos coloca en una posición de debilidad estructural para emprender la transformación que en una sociedad global es imperativa.
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